10 de octubre: convocamos a parar contra el Gobierno K pero no vamos al acto con sectores de las patronales agrarias
Fecha: Sábado 6 de octubre de 2012
(6/10/12) Consideramos que hay motivos de sobra para que los trabajadores paremos contra la política del Gobierno kirchnerista. Por el cese de la precarización laboral y el pasa a planta permanente de todos los trabajadores contratados y tercerizados; contra la inflación que carcome los ingresos del pueblo trabajador y un salario mínimo en blanco equivalente a lo que cuesta la canasta familiar, indexado mensualmente según el costo de vida; por la eliminación del impuesto al salario obrero y la universalización de las asignaciones familiares; por el 82% móvil para todos los jubilados; por el cese de las persecuciones y causas penales contra los luchadores: basta de espionaje como el “Proyecto X”, derogación de las leyes “antiterroristas”. Por eso, en el marco de la medida que dispuso la CTA dirigida por Pablo Micheli, promovemos el paro de actividades en los gremios de la central en establecimientos y escuelas el próximo 10 de octubre, y planteamos que sea el inicio de un verdadero plan de lucha de los sindicatos por las demandas de los trabajadores.
Sin embargo, no ocurre lo mismo con el acto que se convoca ese día en la Plaza de Mayo. El apoyo de Hugo Moyano de la CGT y de Pablo Micheli de la CTA a la protesta de los prefectos y gendarmes, igualando las demandas de estos verdugos al servicio de las patronales a las de los trabajadores, fue el último paso para teñir de manera reaccionaria la convocatoria a Plaza de Mayo del 10 de octubre. La jornada tendrá a Eduardo Buzzi de la Federación Agraria y de la Mesa de Enlace como figura destacada. Será un acto apoyado por los políticos patronales de la oposición. No habrá ninguna jornada de lucha. Moyano no convoca al paro de la CGT, ni siquiera de camioneros. En una proclama de veintiún puntos el secretario general de la CGT acaba de sentar las bases para aglutinar a todo el peronismo de derecha a fin de “castigar al kirchnerismo en las urnas” en 2013 y 2015. Por parte de la CTA, todo un apartado de la convocatoria a la jornada está dedicado a defender los intereses de las patronales agrarias agrupadas en la FAA, como la propuesta de “retenciones segmentadas”, la “defensa de pequeños y medianos productores” (es decir, los patrones) y hasta reivindica el reclamo de De la Sota, que pide la “restitución del 15% de la coparticipación”, que luego usa para subsidiar a los capitalistas. Nada se dice de tocar las propiedades e intereses de los grandes terratenientes o de la gran burguesía agraria y se ignora la penosa situación de los peones rurales, los explotados del campo. Este programa presentado por esta CTA no fue votado en ninguna asamblea de base. En el acto del 10 confluyen gran parte de los actores sociales y políticos que apoyaron a las patronales agrarias en el conflicto del 2008 y que ahora se han entusiasmado con los cacerolazos de las clases medias acomodadas y con las protestas de prefectos y gendarmes.
Ni la CGT Moyano ni la CTA Micheli se proponen pelear por las demandas de los trabajadores en forma independiente de las distintas variantes políticas patronales ni lanzar un verdadero plan de lucha por las demandas obreras contra las patronales y el Gobierno. A diferencia de la marcha del 27/6 pasado donde los camioneros venían de realizar un paro (que fue enfrentado por la gendarmería que hoy apoya Moyano), el acto del 10 se da en un contexto donde el cacerolazo y el levantamiento de los prefectos y gendarmes le ponen su impronta reaccionaria al escenario nacional.
Es por ello que el PTS no va a concurrir a la Plaza de Mayo el próximo 10 de octubre, sosteniendo la necesidad de poner en pie un polo obrero y de la izquierda que luche por una política independiente tanto del Gobierno como de la oposición patronal.
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