Hoy le toca escribir a Sergio...
En las últimas semanas todo el debate político estuvo atravesado por
discusiones intensas alrededor de la disputa con el multimedio Clarín por
la reglamentación de la Ley de Medios y el inicio de la carrera política de uno
de los ex pilares del kirchnerismo, Hugo Moyano, quien aliándose según las circunstancias,
busca atraer a un sector dentro del PJ como base para dispararse como oposición
a Cristina. Toda la situación es parte de un gran circo para tapar una disputa más
real y profunda con respecto a ciertos sectores desencantados con el Gobierno,
vinculados a gran parte de la clase media y alta, que sin ninguna dirección
política clara el pasado 8N salió a reclamar un conjunto de demandas
abiertamente por derecha. Este nuevo escenario, sin embargo, es un terreno
pantanoso para el universo K, ya que eventualmente lo podría apurar para acelerar
las internas pejotistas e impulsar un peronismo hecho y derecho ante la debacle
que se le viene con tal de no perder la (poca) base social que le queda. Pero a
no confundirse, nada tienen que ver estas consignas con las demandas más
sentidas del pueblo trabajador. Así como nada que ver tiene Moyano, como
representante de los trabajadores.
Desde ya, por otra parte poco importa si Clarín cumple la ley el 7D, si
Cristina habla más o menos en cadena nacional cuando las pequeñas cosas que
pudimos comprar las perdemos en una tormenta o por un apagón, o se nos hace
insoportable la jornada laboral por las condiciones de precariedad en las que
trabajamos. Ante cada fenómeno natural que deja al desnudo las condiciones en
las que vivimos los sectores mas explotados, no solo queda demostrado que luego
de casi 10 años de crecimiento económico no hemos recibido grandes beneficios
en el plano laboral sino que esto se traduce en nuestras condiciones de vida, ya
que la precarización no es solo del trabajo, sino de la vida misma.
Los partidos políticos patronales se echan la culpa uno a otros sobre
las responsabilidades, las empresas acusan falta de inversión producto del
congelamiento de las tarifas a los usuarios (claro, ahora para solucionar el
problema subimos los precios) y no hay quien falte que le eche la culpa a los
trabajadores por utilizar todos los artefactos que tenemos a manos para lidiar
un poco con el clima. Pero no hay excusa que valga para los patrones. Nosotros
somos los que tenemos que ir al trabajo igual, para que no te descuenten el
sueldo. Somos nosotros los que al volver tenemos que seguir trabajando en casa
porque no alcanza para nada y así transcurren los días. Ni las empresas, ni los
patrones, ni el gobierno le van a dar una solución al problema que vivimos día
a día, la precarización de la vida, ya lo han demostrado a lo largo de la
historia.
En pequeños ejemplos vemos la solidaridad de los trabajadores en la
fabrica ante las consecuencias del temporal o como en los barrios se
organizan las colectas y cada uno da una mano como puede luego de volver del
laburo.
Sólo la clase trabajadora puede darle una salida de raíz a las
condiciones en las que vive de manera independiente. Es nuestra tarea impulsar
políticas propias como parte de una corriente clasista, antiburocrática y
antipatronal. Para lograrlo es que desde la Juventud del PTS te invitamos a
organizarte contra la precarización laboral, por nuestros derechos y los de la
mujer trabajadora, cuya opresión es visible en cada ámbito de su vida.
El sábado 17/11 vení al festival que organizamos desde el Movimiento juvenil contra la precarización laboral. Desde las 19 hs en H. Yrigoyen 1964:
bandas, proyecciones, teatro, murales… ¡no te lo pierdas! Y sumate al
movimiento para organizar más actividades
El miércoles 21 vení a la charla
que organizan las compañeras de Pan y Rosas en la UNLaM: “Las mujeres no
podemos esperar más! El derecho al aborto y los derechos de las mujeres
trabajadoras” A las 19 hs., en un aula a confirmar, con Andrea D’Atri,
dirigente de Pan y Rosas
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