A 4 años de que la maldita policía nos arrancará a
Luciano, con sus 16 años viviendo en uno de los municipios con mayor pobreza de
este país, su caso sigue desnudando la connivencia del gobierno provincial
y nacional con la policía (no nos olvidemos que acá en La Matanza, aparte
de la Gendarmería tenemos las calles saturadas de la Bonaerense, la Bonaerense
2 y la policía municipal).
A 10 años de gobierno kirchnerista, seguimos viendo a millones de
jóvenes y trabajadores condenados a la superexplotación, la desocupación y
el trabajo precario. Son casi un millón los jóvenes que no estudian ni
trabajan. Del 24% de los que tenemos entre 18 y 24 años, uno de cada tres trabaja
en negro, y esas cifras aumentan en el caso de la juventud, que tiene una tasa
de desocupación 4 veces mayor que la de los adultos. Es una juventud condenada
a dejar los estudios (casi la mitad de los jóvenes de nuestro país no
terminaron el secundario) para mantener un trabajo precario o en negro, ya que
la mayoría de los jóvenes que logran conseguir un trabajo lo hace en esas
condiciones y por unos pocos pesos. Además, tampoco tenemos acceso a una
vivienda digna, viviendo en barrios pobres sin los servicios básicos, viajando
en un transporte público que se cae a pedazos, y como si eso fuera poco, con un
enorme aparato represivo que nos persigue, nos desaparece, nos
mata. Ya hay más de 1400 jóvenes asesinados por las “fuerzas de
seguridad”. Y el número aumenta todos los días.
Hoy, en una causa paralela que investiga las primeras
detenciones, amenazas y golpizas sufridas por Luciano antes de su
desaparición, el único detenido es el oficial Julio Torales. Por otro lado, también
se logró que el Juez Banco aceptara el cambio de caratula de la causa principal
como DESAPARICION FORZADA de Luciano, y no como averiguación de paradero, como
si fuera simplemente un chico perdido. Estos avances no se deben a la buena voluntad
de jueces y el gobierno (los 8
implicados siguen libres y en funciones en distintas comisarías del municipio),
sino a la valentía y la lucha independiente de los familiares y
amigos, junto con las organizaciones.
Sólo la lucha y la organización pueden
permitirnos meter en cana a todos los torturadores y asesinos que
gozan de total impunidad y que en la mayoría de los casos aún siguen en funciones.
Únicamente con nuestra pelea se logró cerrar el destacamento en donde por
última vez se lo vio a Luciano. Ni Scioli, ni Espinoza tienen ningún interés en
que se haga justicia por Luciano ni por todos aquellos víctimas del gatillo
fácil, las redes de trata, narcotráfico y el crimen organizado, cuyo eje
central es la maldita policía.
Desde la Juventud del PTS luchamos desde el primer momento
por la aparición con vida de Luciano y el castigo a los
responsables, y seguiremos esta pelea contra la impunidad. Hoy
continuamos esta pelea impulsando junto a decenas de jóvenes en La Matanza el
movimiento juvenil contra la precarización laboral, para enfrentar el gatillo
fácil y la impunidad de la maldita bonaerense, pelear contra la precarización laboral (como lo
estamos haciendo junto a los trabajadores que precariza y despide Telefónica,
la empresa amiga de los K), el trabajo en negro y las condiciones de vida
miserables de millones de jóvenes y de trabajadores en nuestros
barrios.
Basta de impunidad!
Juicio y castigo a los asesinos de Luciano y de todos los
jóvenes asesinados en manos de la fuerzas represivas!
Basta de precarización laboral!
Fuera la policía de nuestros barrios!
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