miércoles, 22 de febrero de 2012

No es una tragedia, es un crimen

No es una tragedia, es un crimen producto de la desidia de las empresas privatizadas y la connivencia de la Secretaría de Transporte. Así inician su comunicado los compañeros de la Lista Bordo del FFCC Roca ante el crimen que ocurrió a las 8.30 de la mañana cuando un convoy del FFCC Sarmiento llegaba a la Estación Once y según las informaciones que hay hasta este momento, el tren no frenó y producto de esto han muerto 50 personas y hay más de 600 heridos, de los cuales más de un 10% están en estado grave.
Cuando nos enteramos de la noticia, la indignación y la bronca nos recorrió a todos, “otra vez el Sarmiento”; “otra vez los trabajadores y los pobres son las víctimas de este trágico accidente”.
A todos nos toca de cerca, seamos de Moreno, Merlo, Morón, La Matanza , Tres de Febrero o la Capital Federal este nuevo accidente en esta línea ferroviaria que transporta 400000 personas diariamente desde el Oeste del Conurbano a Once, miles de trabajadores y estudiantes que viajan amontonados como ganado día a día, para llegar a sus trabajo después de haber soportado el viaje, que cada día empeora a pesar del los $3600 millones de subsidio que le dio el gobierno nacional al grupo TBA!
Y a todos se nos cruzó la misma idea: “¡esta tragedia era previsible y se podría haber evitado!”
Cuántas veces escuchamos en los medios las denuncias de los delegados ferroviarios del Sarmiento y del Roca denunciando que era muy probable un “cromagnon ferroviario” por lo obsoleto del material rodante y el sistema ferroviario. A los delegados y trabajadores ferroviarios que denuncian esto, el gobierno nacional los procesa y los investiga como se puso en evidencia con la denuncia del Proyecto X.
Esto crimen es producto de la desidia empresaria y de la connivencia de la Secretaría de Transporte y el gobierno nacional con TBA.
Como denunció Christian Castillo apenas enterado del choque dijo: “Esto no fue ninguna desgracia casual, sino un nuevo crimen contra el pueblo trabajador sucedido apenas cinco meses después de la masacre sucedida en la estación Flores. El gobierno es responsable por sostener las concesiones privadas que, como denunciaron delegados y trabajadores, no invierte en el mantenimiento básico de las viejas formaciones que día a día llevan a millones de trabajadoras y trabajadores que deben viajar como el ganado vacuno. Gran parte de los multimillonarios subsidios gubernamentales va a solventar la ganancia de grupos como TBA, integrado por el holding Cometrans, quienes gerencian el Sarmiento desde la época de Menem

Por respeto a los usuarios y a las familias que sufrieron pérdidas irreparables, lo primero que está planteado es quitarle YA la concesión a TBA y a todas las empresas concesionarias que buscan ganancia sin importar la vida de trabajadores y usuarios.
Hay que renacionalizar los ferrocarriles bajo gestión de los trabajadores y comités de usuarios, ya que son como dicen los compañeros de la Bordo del Roca: “ ya que somos los únicos verdaderamente interesados en que este servicio esencial funcione bien, de forma rápida y segura.”

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