Escaleras y toboganes: las alianzas y rupturas hacia la sucesión

En el último tiempo, cualquiera podría pensar que Cristina está teniendo un año movidito, movidito.

 Primero, luego de 9 años rompió con Moyano, su aliado màs estratégico, que por supuesto no se quedó atrás y convocó a un paro que movilizó a un gran sector del movimiento obrero tras demandas que afectan al conjunto de los trabajadores. Segundo, el temita del pago de aguinaldo bonaerense provocó que la caja peligrara y puso contra las cuerdas a Scioli, en donde desde ambas partes se tiraron la pelota provocando rispideces cada vez mayores entre ambos hasta que Cristina aflojó y liberó los $600 millones necesarios.
Sin embargo nada de eso impide que, de vez en cuando, se olviden momentáneamente de sus diferencias para hacer frente común en actos públicos como el que tuvo lugar ayer en Haedo, en donde Cristina aprovechó para tirar dardos hacia todos lados (la Corpo, bancos, Redrado, Prat Gay). El territorio elegido tampoco fue al azar, ya que la zona de Morón es el feudo de otro aliado K y opositor a Scioli, Martín Sabbatella. Desde ya, el denominador común detrás de los ataques desde cualquier frente es la pelea por la sucesión. A menos que se cumpla el sueño K de la modificación de la Constitución, Cristina tiene los días contados y el rejunte de aliados pejotistas, camporistas y sciolistas harán lo imposible por quedarse con la mayor porción de la torta, aquella que les signifique un pasaje directo a Balcarce 50. A Daniel ya se le empezó a complicar desde el vamos con el anuncio efectuado unas semanas atrás con De la Sota al proponerse como candidato presidenciable, hecho que provocó que Cris le soltara la mano con la caja bonaerense y que tanto docentes como estatales le hicieran paros en reclamo del pago único del aguinaldo y no en cuotas como se decía, situación de alto riesgo para el conjunto del Gobierno ya que fue otra muestra de la movilización que puede tener la clase obrera ante los ataques hacia el salario (aunque con el límite de que fue dividida por las distintas variantes de la burocracia). Tanto la división de la CGT (que ahora podría distinguirse como moyanista y caloísta) como los cortocircuitos entre los exponentes del peronismo menemista, y cristinista son expresión de que los tiempos se aceleran cada vez con más fuerza, y es una muestra de cómo estas alianzas súbitas así como las rupturas momentáneas son simplemente la antesala de lo que el Gobierno tendrá que hacer ante los límites fiscales que implica la continuidad de la futura fórmula presidenciable que mantenga la continuidad del modelo.

Todos estos encontronazos que se producen “desde arriba”, son sin embargo la oportunidad que la clase trabajadora tiene para intervenir y plantear políticas propias que no sean por el enriquecimiento de la burguesía (que durante los años dorados del kirchnerismo “la juntó en pala”, tal como lo expresó la misma Cristina) sino por las consignas que afectan a “los de abajo”: por sindicatos sin patrones y por un partido de los trabajadores.

Conferencia Nacional de Trabajadores

2001. Crisis. Devaluación. Fueron miles los trabajadores que se sumaron a una lista interminable de desocupados que crecía día a día. En el medio, las opciones para las organizaciones políticas eran pocas. Los partidos habían quedado completamente deslegitimados y el autonomismo brillaba por doquier. En ese marco, mientras que algunas agrupaciones se decidieron por la administración de planes sociales (en una suerte de clientelismo político), y en contra de quienes pregonaban que el movimiento obrero por sí mismo ya no tenía entidad alguna, luego de la década del neoliberalismo de pizza y champán, el PTS decidió volcarse estratégicamente a las fábricas. Hoy, once años después, el pasado 8 de julio se realizó en Ferro la primera Conferencia Nacional de Trabajadores convocada por el PTS, con la participación de más de 4000 personas, militantes de 143 sindicatos y de 14 provincias, y en donde los principales referentes de la izquierda clasista hablaron en representación de los trabajos políticos en los distintos puntos del país, con las consignas centrales de “sindicatos sin burócratas” y por un “partido de trabajadores”, como se puede leer acá

Allí estuvieron presentes los compañeros/as de la lista clasista Bordó impulsada por el PTS que encabezó Javier “Poke” Hermosilla que le disputó el sindicato de la Alimentación a Daer, que dirige las comisiones internas de Kraft, Pepsico, entre otras. También estaban los compañeros del sector clasista que forma parte del cuerpo de delegados del Subte como Claudio Delle Carbonara, y tantos otros/as que son parte y representan a trabajadores en el sindicato metalúrgico como Guille Betancourt, delegado de Siderca, ceramista como Raúl Godoy, obrero de Zanón bajo gestión obrera, aeronáuticos como Charly Platkowsky delegado de LAN, gráficos como Eduardo Ayala, delgado de RR Donnelly, jaboneros como Franco Villalba, delgado de Alicorp (ex Jabón Federal), e incluso de los ingenios azucareros, del citrus como el delegado Carlos Melián del interior del país, estatales como la delegada general del IOMA Luana Simioni, docentes como la Sec de DDHH de Ademys Alicia Navarro Palacios, y junto con esto desarrolla un trabajo audaz y dinámico sobre los sectores más explotados y oprimidos de nuestra clase: jóvenes trabajadores precarizados, inmigrantes, mujeres, compañeros de la comunidad LGTB, como se expresó con compañeras como Lorena Gentile, el compañero Humberto de la comunidad de trabajadores bolivianos, la propia Segundina, de la Comisión de Mujeres del Ingenio la Esperanza en Jujuy, o Yuri Fernández, trabajador boliviano de la textil Brukman. La jornada combinó en sus filas a la juventud del PTS, que milita apasionadamente en el movimiento estudiantil pero también entre los trabajadores más explotados y las mujeres trabajadoras, que agitó permanentemente sus banderas e inyectó con más fuerza el entusiasmo y la moral que había entre el estadio, mostrando de hecho la unidad obrero estudiantil que también se expresó muy claramente en el discurso de nuestra compañera Jenny Wainberg y los discursos de los dirigentes obreros, cortos, breves y concisos que fueron transmisores claros de nuestra política y que al mismo tiempo permitieron demostrar la gran cantidad de sectores (inmigrantes, jóvenes, compañer@s LGTTB) que forman parte del partido. De conjunto fue una conferencia entusiasmante, que expresa que como PTS tenemos un lugar destacable en el movimiento obrero que nos permite posicionarnos como referente clasista, y en donde las consignas de sindicatos sin burócratas y de un partido de trabajadores sin patrones se vislumbran cada vez con mayor claridad. Como dijo nuestro compañero Raúl Godoy: “ Entonces la idea de un gran partido de trabajadores sin patrones es para contraponer a los proyectos de Moyano, a los de Scioli, los de los gordos, a los de Yasky con Cristina, a los de Michelli con los sojeros, es para mostrar que nosotros no peleamos solo por los intereses de una minoria afiliada a los sindicatos, sino por el conjunto de la clase obrera, por sus sectores mas explotados, para esto compañeros queremos echar a la burocracia sindical de nuestras organizaciones por eso le proponemos a las corrientes que integran el Frente de Izquierda que demos este debate juntos. La idea de un partido de trabajadores sin patrones abre a su vez otras discusiones porque un partido necesita un programa y una estrategia para vencer porque los capitalistas, su Estado van aponer todo también en contra para que esto no pueda llevarse adelante, y para estos grandes objetivos surge la necesidad de unir a la vanguardia obrera combativa, unir esa juventud que empieza a luchar y organizarse también con intelectuales y con los organizadores revolucionarios para tener la preparación necesaria para vencer en esta guerra que nos han declarado.”

¡Por un plan de lucha unificado ya!

Compartimos el artículo publicado en el periódico La Verdad Obrera, acá, escrita por nuestro compañero Tito Bustos, delegado de IOMA - ATE  

La disputa por la sucesión presidencial entró en un nuevo round. Luego de que Scioli manifestó sus intenciones presidencialistas, y que posó para los fotógrafos junto a Moyano, desde la Casa Rosada redoblaron las hostilidades contra el gobernador. Con el paro de Camioneros le pidieron acción, pero Scioli estaba bien lejos en Italia. Con la marcha de Moyano, mas que una delimitación, Scioli ofreció un saludo a la bandera.

La disputa política actual, a diferencia de las anteriores, no se juega a través de fotos ni declaraciones, sino con la plata del aguinaldo de los 550 mil agentes públicos que tiene el Estado Provincial. El gobierno nacional envió solo una parte de los fondos comprometidos, abriendo una crisis política de gran envergadura. Esta disputa política se la quieren hacer pagar a los estatales con el desdoblamiento del aguinaldo en 4 (cuatro!) cuotas entre julio y octubre, ya que Scioli sinceró lo que era un secreto a voces: el elevadísimo déficit fiscal que arrastra la principal provincia del país.

Según distintas estimaciones, la provincia tiene que hacerse de unos 11 mil millones de pesos para paliar el déficit fiscal, con el mercado de créditos internacional cerrado por las altísimas tasas de interés, que la colocan en una situación de dependencia política y financiera de la Casa Rosada. que también siente el impacto de la crisis económica mundial y exige mayores ajustes a los gobernadores, techos salariales, etc.

La respuesta de Scioli es descargar la falta de fondos sobre el mísero aguinaldo estatal, y “denunciar” el problema estructural de la provincia a raíz de la baja coparticipación federal, y del tope de $ 650 millones del Fondo del Conurbano Bonaerense, que hizo bajar drásticamente la participación de la provincia en la distribución de dicho fondo en los últimos años. Además del aguinaldo, el pago de los sueldos en lo que queda del año, será un elemento de crisis recurrente.

El objetivo del Kirchnerismo es buscar una claudicación de Scioli, y la renuncia de sus aspiraciones presidenciales, o al menos desgastarlo en lo que queda de su mandato. Scioli, evita el enfrentamiento directo, y pretende compartir los costos de la crisis con el gobierno nacional.

Los estatales ganan las calles

La respuesta de los trabajadores estatales no se dejó esperar. En IOMA llevan más de una semana de paro por tiempo indefinido, ya que aquí se pagó el aguinaldo en forma anticipada, y luego lo mandaron a descontar cuando se pagaron los sueldos del mes de junio. Los Hospitales son un hervidero. Se han realizado asambleas masivas y muchos se encuentran paralizados. El martes y el miércoles en la ciudad de La Plata, los cortes se multiplicaron. El Hospital de Niños paró y cerró sus puertas. El Policlínico salió a la calle y movilizó masivamente a residentes, enfermeros, médicos y administrativos. Lo mismo el Hospital Rossi, Romero, Gonnet, Cestino de Ensenada y el Larrain de Berisso. Hubo paros en el IPS, Educación, Economía. En Desarrollo Social masivas asambleas salieron a la calle. En las escuelas se paró el miércoles sin esperar la tardía convocatoria del Frente gremial para este viernes. La pasividad reinante en la administración pública, dónde hace unos meses se cerraron paritarias completamente a la baja, se rompió de la noche a la mañana. El clima que se vive recuerda las movilizaciones estatales del año 2001, ya que este ataque hizo estallar la bronca y el malestar contenido.

Más de dos mil obreros del Astillero abandonaron masivamente sus puestos de trabajo y se movilizaron caminando desde Ensenada, hasta confluir con la movilización de estatales a casa de gobierno, causando un verdadero impacto cuando ingresó la columna a la plaza. En esta movilización se mezclaron miles de estatales, con docentes, auxiliares, trabajadores judiciales y de la salud.

Por abajo la unidad, por arriba la división

La unidad que surge desde las bases estatales, superando las divisiones gremiales y el boicot de gremios como UPCN, Salud, Fegeppba, en nada se parece a la criminal política divisionista de las direcciones sindicales burocráticas.

ATE llamó al paro el miércoles, UPCN y el Fegeppba el viernes. Y entre los docentes, la misma división entre el Frente Gremial de FEB y SUTEBA, ATE y UDOCBA. Una política completamente divisionista, funcional al ajuste de Scioli, cuando estamos ante un ataque al conjunto de los trabajadores estatales.

Desde las agrupaciones que el PTS impulsa junto a trabajadores independientes, como La Marrón Clasista en ATE y Cicop, La Marrón docentes y Judiciales de Pie, y desde las Juntas internas y delegados en los que participa nuestra corriente en los gremios de la CTA, hemos estado a la cabeza impulsando las asambleas en todos los ámbitos de trabajo, impulsando los cortes de calle, paros y movilizaciones. ¡Planteamos la exigencia a todos los gremios estatales de un Plan de Lucha Unificado! En el camino de preparar una huelga general de toda la administración pública provincial para frenar este ataque al salario, y por el conjunto de las demandas (reapertura de paritarias, eliminación del tope a las asignaciones familiares, eliminación del impuesto al salario, pase a planta permanente, etc.).

En la marcha de ATE y la CTA Micheli, a pesar de la enorme movilización de mas de 10 mil estatales bajo la lluvia, no se dijo una palabra de cómo continuar la lucha. No se tomó posición sobre el paro convocado para este viernes por el resto de los gremios empezando por parar activamente toda la provincia este viernes. Hay que batallar en todas las asambleas por un Plan de Lucha Unificado. Es necesario unificar a todas las comisiones internas combativas, las agrupaciones opositoras, el activismo estatal, coordinando a todos los sectores que quieren llevar esta lucha hasta el final, para dar batalla en todas las asambleas y en todos los gremios por un plan de lucha unificado hasta derrotar los planes del gobierno de Scioli, Mariotto y Cristina Kirchner.

Este domingo 8 vamos a participar activamente de la Conferencia Obrera del PTS, dónde la lucha estatal ocupará parte de las deliberaciones, y nos fijaremos el objetivo de incidir activamente en el desarrollo de la lucha y la movilización contra el ajuste de Scioli.